Todos hemos sido heridos por alguien en nuestra vida. El dolor puede ser tan severo, la traición tan devastadora, que nunca imaginamos poder perdonar a esa persona. Esto puede representar un problema para los verdaderos cristianos porque se supone que debemos perdonarnos unos a otros libremente de corazón. Quizás recuerde el momento en que Pedro le preguntó a Jesús sobre esto.

Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
Jesús respondió: “¡Les digo que no solo siete veces, sino setenta y siete veces!
(Mateo 18:21, 22 BSB)

Inmediatamente después de pronunciar el mandamiento de perdonar 77 veces, Jesús proporciona una ilustración que habla de lo que se necesita para entrar al reino de los cielos. A partir de Mateo 18:23, habla de un rey que perdonó a uno de sus siervos que le debía una gran cantidad de dinero. Más tarde, cuando este esclavo tuvo la ocasión de hacer lo mismo por un compañero esclavo que le debía una cantidad muy pequeña de dinero en comparación, no perdonó. El rey se enteró de esta acción despiadada y restableció la deuda que había perdonado previamente, y luego hizo que el esclavo fuera encarcelado, lo que le impidió pagar la deuda.

Jesús concluye la parábola diciendo: "Mi Padre celestial también los tratará de la misma manera si ninguno de ustedes perdona a su hermano de corazón". (Mateo 18:35 NWT)

¿Significa eso que no importa lo que una persona nos haya hecho, tenemos que perdonarla? ¿No existen condiciones que nos obliguen a retener el perdón? ¿Se supone que debemos perdonar a todas las personas todo el tiempo?

No lo estamos. ¿Cómo puedo estar tan seguro? Comencemos con el fruto del espíritu que discutimos en nuestro último video. ¿Note cómo lo resume Pablo?

“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5:22, 23 NKJV)

"Contra tales cosas no hay ley." ¿Qué significa eso? Simplemente que no existe ninguna regla que limite o restrinja el ejercicio de estas nueve cualidades. Hay muchas cosas en la vida que son buenas, pero que en exceso son malas. El agua es buena. De hecho, el agua es necesaria para vivir. Sin embargo, beba demasiada agua y se matará. Con estas nueve cualidades no existe tal cosa como demasiado. No puedes tener demasiado amor ni demasiada fe. Con estas nueve cualidades, más siempre es mejor. Sin embargo, hay otras buenas cualidades y otras buenas acciones que pueden causar daño en exceso. Tal es el caso de la cualidad del perdón. Demasiado puede causar daño.

Comencemos por volver a examinar la parábola del Rey en Mateo 18:23.

Después de decirle a Pedro que se rindiera hasta 77 veces, Jesús proporcionó esta parábola a modo de ilustración. Observe cómo comienza:

“Por eso el reino de los cielos es como un rey que quiso ajustar cuentas con sus esclavos. Y cuando comenzó a liquidarlos, le presentaron uno que le debía diez mil talentos. Pero como no tenía los medios para pagar, su amo ordenó que lo vendieran, junto con su esposa e hijos y todo lo que tenía, y que se hiciera el pago ”. (Mateo 18: 23-25 ​​NASB)

El rey no estaba de humor para perdonar. Estaba a punto de hacer el pago. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?

“Entonces el esclavo cayó al suelo y se postró ante él, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Y el amo de ese esclavo sintió compasión, lo soltó y le perdonó la deuda ". (Mateo 18:26, 27 LBLA)

El esclavo suplicó perdón y expresó su voluntad de arreglar las cosas.

En el relato paralelo, el escritor Lucas nos da un poco más de perspectiva.

“Así que ten cuidado. Si tu hermano o hermana peca contra ti, repréndelos; y si se arrepienten, perdónalos. Incluso si pecan contra ti siete veces al día y siete veces vuelven a ti diciendo 'Me arrepiento', debes perdonarlos ". (Lucas 17: 3, 4 NVI)

De esto, vemos que si bien deberíamos estar dispuestos a perdonar, la condición en la que se basa ese perdón es alguna señal de arrepentimiento por parte del que ha pecado contra nosotros. Si no hay evidencia de un corazón arrepentido, entonces no hay base para el perdón.

“Pero espere un minuto”, dirán algunos. “¿No le pidió Jesús en la cruz a Dios que perdonara a todos? Entonces no hubo arrepentimiento, ¿verdad? Pero pidió que fueran perdonados de todos modos ".

Este versículo es muy atractivo para aquellos que creen en la salvación universal. No te preocupes. Eventualmente todo el mundo se salvará.

Bueno, busquemos eso.

"Jesús dijo:" Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen ". Y repartieron su ropa echando suertes ". (Lucas 23:34 NVI)

Si busca este versículo en Biblehub.com en el modo bíblico paralelo que enumera un par de docenas de traducciones bíblicas importantes, no tendrá ninguna razón para dudar de su autenticidad. No hay nada allí que le haga pensar que está leyendo algo más que el canon puro de la Biblia. Lo mismo puede decirse de la Traducción del Nuevo Mundo Edición 2013, la llamada Espada de Plata. Pero claro, esa versión de la Biblia no fue traducida por eruditos de la Biblia, así que no le daría mucha importancia.

No se puede decir lo mismo de la Referencia de la Traducción del Nuevo Mundo Biblia, noté que colocaba el versículo 34 entre comillas dobles cuadradas, lo que me hizo buscar la nota al pie que decía:

א CVgSyc, p inserte estas palabras entre corchetes; P75BD * WSys omitir. 

Esos símbolos representan códices y manuscritos antiguos que no contienen este versículo. Estos son:

  • Codex Sinaiticus, Gr., Cuarto ciento. CE, Museo Británico, HS, GS
  • Papiro Bodmer 14, 15, Gr., C. 200 CE, Ginebra, GS
  • Vaticano ms 1209, Gr., Siglo cuarto. CE, Ciudad del Vaticano, Roma, HS, GS
  • Códices Bezae, Gr. y Lat., quinto y sexto ciento. CE, Cambridge, Inglaterra, GS
  • Evangelios libres, quinto siglo. CE, Washington, DC
  • Códice siríaco sinaítico, siglo cuarto y quinto. CE, Evangelios.

Dado que este versículo está en disputa, tal vez podamos averiguar si pertenece o no al canon de la Biblia basándonos en su armonía, o falta de armonía, con el resto de las Escrituras.

En Mateo capítulo 9 versículo dos, Jesús le dice a un paralítico que sus pecados son perdonados, y en el versículo seis le dice a la multitud “pero el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados” (Mateo 9: 2 NWT).

En Juan 5:22 Jesús nos dice, "... el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio ha asignado al Hijo ..." (BSB).

Dado que Jesús tiene el poder de perdonar los pecados y que el Padre le había confiado todo el juicio, ¿por qué le pediría al Padre que perdonara a sus verdugos y a sus partidarios? ¿Por qué no hacerlo él mismo?

Pero hay más. A medida que continuamos leyendo el relato de Lucas, encontramos un desarrollo interesante.

Según Mateo y Marcos, los dos ladrones que fueron crucificados con Jesús lo insultaron. Entonces, uno cambió de opinión. Leemos:

“Uno de los criminales que fueron ahorcados allí lo insultó, diciendo:“ ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! " Pero el otro respondió y, reprendiéndolo, dijo: “¿Ni siquiera temes a Dios, ya que estás bajo la misma sentencia de condenación? Y de hecho estamos sufriendo con justicia, porque estamos recibiendo lo que merecemos por nuestros crímenes; pero este hombre no ha hecho nada malo ". Y él estaba diciendo: "¡Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a tu reino!" Y le dijo: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23: 39-43).

Así que uno de los malhechores se arrepintió y el otro no. ¿Jesús perdonó a ambos, o solo a uno? Todo lo que podemos decir con certeza es que al que pidió perdón se le concedió la seguridad de estar con Jesús en el Paraíso.

Pero aún hay más.

“Era como la hora sexta, y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta la hora novena, porque el sol dejó de brillar; y el velo del templo se rasgó en dos ”. (Lucas 23:44, 45 LBLA)

Mateo también relata que hubo un terremoto. ¿Cuál fue el impacto de estos fenómenos aterradores en las personas que vieron la escena?

"Cuando el centurión vio lo que había sucedido, comenzó a alabar a Dios, diciendo:" Este hombre era inocente ". Y todas las multitudes que se reunieron para este espectáculo, luego de ver lo sucedido, comenzaron a regresar a casa, golpeándose el pecho ”. (Lucas 23:47, 48 LBLA)

Esto nos ayuda a comprender mejor la reacción de la multitud de judíos 50 días después en Pentecostés cuando Pedro les dijo: “¡Que todos en Israel sepan con certeza que Dios ha hecho a este Jesús, a quien tú crucificaste, para que sea tanto Señor como Mesías!

Las palabras de Pedro traspasaron sus corazones y le dijeron a él ya los demás apóstoles: "Hermanos, ¿qué debemos hacer?". (Hechos 2:36, 37 NTV)

Los eventos que rodearon la muerte de Jesús, la oscuridad de tres horas, la cortina del templo que se rasgó en dos, el terremoto ... Todas estas cosas hicieron que la gente se diera cuenta de que habían hecho algo muy malo. Se fueron a casa golpeándose el pecho. Entonces, cuando Pedro dio su discurso, sus corazones estaban listos. Querían saber qué hacer para arreglar las cosas. ¿Qué les dijo Pedro que hicieran para obtener el perdón de Dios?

¿Peter dijo, “Ah, no te preocupes por eso. ¿Dios ya te perdonó cuando Jesús le pidió que retrocediera cuando estaba muriendo en la cruz en la que lo pusiste? Verá, debido al sacrificio de Jesús, todos serán salvos. Relájate y vete a casa ".

No ", respondió Pedro," Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios, y ser bautizados en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirás el don del Espíritu Santo ". (Hechos 2:38 NTV)

Tuvieron que arrepentirse para obtener el perdón de los pecados.

En realidad, hay dos fases para obtener el perdón. Uno es arrepentirse; para reconocer que te equivocaste. La segunda es la conversión, apartarse del rumbo equivocado hacia un rumbo nuevo. En Pentecostés, eso significaba bautizarse. Más de tres mil se bautizaron ese día.

Este proceso también funciona para los pecados de naturaleza personal. Digamos que una persona te ha defraudado con algo de dinero. Si no reconocen la infracción, si no te piden que los perdones, entonces no tienes la obligación de hacerlo. ¿Y si piden perdón? En el caso de la ilustración de Jesús, ambos esclavos no pidieron que se les perdonara la deuda, solo que se les diera más tiempo. Mostraron un deseo de aclarar las cosas. Es fácil perdonar a alguien que se disculpa sinceramente, alguien que está herido en el corazón. Esa sinceridad es evidente cuando la persona hace un esfuerzo por hacer más que simplemente decir "lo siento". Queremos sentir que no es solo una excusa falsa. Queremos creer que no volverá a suceder.

La cualidad del perdón, como todas las buenas cualidades, se rige por el amor. El amor busca beneficiar a otro. Retener el perdón de un corazón verdaderamente arrepentido no es amar. Sin embargo, otorgar perdón cuando no hay arrepentimiento también es falta de amor, ya que podríamos estar permitiendo que la persona continúe cometiendo maldades. La Biblia nos advierte: "Cuando la sentencia por un crimen no se ejecuta rápidamente, el corazón de los hombres se vuelve completamente decidido a hacer el mal". (Eclesiastés 8:11 BSB)

También debemos ser conscientes de que perdonar a alguien no significa que no tenga que sufrir ninguna consecuencia por sus malas acciones. Por ejemplo, un esposo puede pecar contra su esposa al cometer adulterio con otra mujer, u otro hombre, para el caso. Él puede ser muy sincero cuando se arrepiente y le pide perdón, para que ella le conceda el perdón. Pero eso no significa que el contrato matrimonial aún no se haya roto. Ella todavía es libre de volver a casarse y no está obligada a permanecer con él.

Jehová perdonó al rey David por su pecado al conspirar para asesinar al esposo de Betsabé, pero aún así hubo consecuencias. El hijo de su adulterio murió. Luego llegó el momento en que el rey David desobedeció el mandato de Dios y enumeró a los hombres de Israel para determinar su poderío militar. La ira de Dios se apoderó de él y de Israel. David pidió perdón.

“. . Entonces David le dijo al Dios verdadero: “He pecado mucho al hacer esto. Y ahora, por favor, perdona el error de tu siervo, porque he obrado muy neciamente ”” (1 Crónicas 21: 8).

Sin embargo, todavía hubo consecuencias. 70,000 israelitas murieron en un flagelo de tres días provocado por Jehová. “Eso no parece justo”, podría decir. Bueno, Jehová advirtió a los israelitas que habría consecuencias si eligieran un rey humano en lugar de él. Pecaron al rechazarlo. ¿Se arrepintieron de ese pecado? No, no hay ningún registro de que la nación alguna vez pidiera perdón a Dios porque lo rechazaron.

Por supuesto, todos morimos a manos de Dios. Ya sea que muramos de vejez o de enfermedad porque la paga del pecado es la muerte, o si algunos mueren directamente de la mano de Dios como lo hicieron los 70,000 israelitas; de cualquier manera, es solo por un tiempo. Jesús habló de una resurrección tanto de justos como de injustos.

El punto es que todos nos dormimos en la muerte porque somos pecadores y seremos despertados en la resurrección cuando Jesús llame. Pero si queremos evitar la muerte segunda, debemos arrepentirnos. El perdón sigue al arrepentimiento. Lamentablemente, muchos de nosotros preferiríamos morir antes que disculparnos por cualquier cosa. Es notable cuán aparentemente imposible es para algunos pronunciar esas tres pequeñas palabras, "estaba equivocado", y las otras tres, "lo siento".

Sin embargo, disculparse es la forma en que podemos expresar amor. Arrepentirse por los errores cometidos ayuda a sanar heridas, a reparar relaciones rotas, a reconectarse con otros… a reconectarse con Dios.

No te engañes. El juez de toda la tierra no nos perdonará a ninguno de nosotros a menos que usted se lo pida, y es mejor que lo diga en serio, porque a diferencia de nosotros los seres humanos, Jesús, a quien el Padre ha designado para hacer todo el juicio, puede leer el corazón del hombre.

Hay otro aspecto del perdón que aún no hemos cubierto. La parábola de Jesús del Rey y los dos esclavos de Mateo 18 trata de eso. Tiene que ver con la cualidad de la misericordia. Analizaremos eso en nuestro próximo video. Hasta entonces, gracias por su tiempo y su apoyo.

Meleti Vivlon

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